Se han puesto a analizar, ¿cuánta comida se desperdicia en el mundo diariamente? Sumemos todo eso semanalmente, mensualmente y anualmente. Seguramente llegaremos a cifras sorprendentes y más que nada tristes. Anteriormente nuestra sociedad estaba acostumbrada a contar con recursos casi ilimitados y a raíz de eso no se sentía la necesidad de involucrarnos en acciones que aporten a un impacto positivo en el ahorro de productos.
El mundo cada día se limita más y gracias a ello la consciencia por nuestro planeta toma fuerza con nuevas tendencias que están en auge. Una de ellas últimamente me ha cautivado, al punto de incorporar varias acciones en mi vida y compartirlas con mis más allegados.
Se trata de ZERO WASTE, o desperdicio cero, un movimiento que invita a reducir hasta lo más mínimo posible y reusar elementos para un nuevo uso. Un sistema donde los productos de una actividad se vuelven los recursos de otra. Esta corriente es amplia en ciertos temas, pero la comida es uno de lo más relevantes desde mi punto de vista. La reutilización de alimentos en buen estado o platos ya elaborados de un restaurante que no pudieron ser vendidos, son ejemplos aplicados a esta actividad.
Las necesidades alimenticias del mundo se han convertido en una problemática muy visible para restaurantes, supermercados y hasta chefs de renombre, que se han convertido en activistas y portavoces de esta tendencia. Para optimizar los recursos, se han propuesto diversas acciones, como ofrecer los platos ya elaborados de restaurantes, que no se han vendido, a bajos precios. Es así, que la aplicación móvil FOODForAll te da la ubicación de restaurantes que al final del día ofrecen un listado de platos que se quedaron a un precio asequible. Ya son varios los restaurantes de Nueva York y España que están aplicando este modelo.
Otro de los ejemplos que más ha llamado mi atención, es el supermercado GREEN, en Vancouver, donde todos los alimentos y otros artículos de uso personal se encuentran en dispensadores al granel, uno mismo debe llevar su envase y rellenarlo, para así reducir el uso innecesario de empaques que terminan en la basura y contaminan. Chefs como Jamie Oliver en su canal de YouTube tiene un repertorio de recetas con productos llamados “comida fea” que son parte del ZERO WASTE, zanahorias deformes, tomates siameses, entre otros.
Otro Chef, de mis favoritos, Massimo Bottura, podría decir que es uno de los mejores portavoces de esta iniciativa. Su proyecto cultural Food for Soul, comida para el alma, se enfoca en analizar bien los ingredientes, sin desperdiciarlos o botarlos, y apoya a comunidades locales a aprovechar sus recursos.
Todos podemos empezar desde nuestro hogar a aprovechar cada recurso. Por ejemplo en mi casa mi mamá suele usar los plátanos o bananas que se encuentran casi descompuestos y con ellos crea un fantástico "banana bread", pan de banana (aquí les comparto la receta). Cuando viví un tiempo en Brasil, era muy típico, en especial de la familia con quien compartí, utilizar los restos del famoso churrascos (parrillada en ecuatoriano), picar las carnes y mezclarlo con un jugoso arroz, a este plato lo llaman el "Carreteiro".
Recordemos que llevar una vida con cero residuos, involucra acciones que generan impacto no solo en nuestras vidas sino en las de nuestra sociedad. Si conoces de ejemplos locales que nos inspiren a vivir ZERO WASTE, o si quieres compartir cómo vives esta tendencia, comenta en la nota.
¡El apoyo de todos es un gran paso a una vida más sostenible!
*Receta Banana Bread
Ingredientes:
1 3/4 taza de harina
2 cucharaditas de polvo de hornear
1/4 cucharadita de bicarbonato
1/2 cucharadita de sal
1/3 de mantequilla (5 cucharadas 1/2)
2/3 de taza de azúcar
2 huevos batidos
1 taza de bananas bien maduras machacadas
1/2 taza de nueces picadas o trituradas
Preparación:
Mezclar los sólidos y cernir. Aparte batir bien la mantequilla, azúcar y huevos, hasta que se forme una crema. Luego batir mezclar con los sólidos y al último agregar las bananas y nueces. Precalentar el horno a 350 F. Colocar la mezcla en un molde rectangular enmantequillado y enharinado y hornear por 50 minutos.
Sobre la Autora
Verónica Salgado
Quiteña entusiasta por el marketing, la comunicación y la gastronomía, decidió plantear sus objetivos profesionales fusionando estas tres pasiones. Actualmente se desempeña en el mundo del Marketing Gastronómico y como docente universitaria llevando la gastronomía a lo digital.
Instagram: @verosalgadoramirez
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