El planeta nos pide un cambio de conciencia; que generemos nuevos mecanismos para mejorar nuestros hábitos diarios y los convirtamos en prácticas sostenibles. Cuando comencé a cambiar mis hábitos por el planeta, saltó a mi mente una frase muy acertada: PIENSA GLOBAL Y ACTÚA LOCAL. Eso es pensar en todo el daño por el que está pasando el planeta y ver la manera de ayudarlo desde mi metro cuadrado. Para dar este pequeño gran cambio, lo primero que debemos hacer es manejar nuestros propios desechos en casa.
¿Sabías que en Ecuador una persona produce 0,58 kilogramos de residuos sólidos al día? Pero, ¿cuántas personas nos hacemos cargo de esta basura? Existen tres problemas importantes para el buen manejo de residuos sólidos generados en casa: primero, no existe la educación necesaria para hacerlo; segundo, los gobiernos no cumplen con las normas o espacios físicos adecuados de eliminación de desechos y tercero, el nivel de conciencia sobre el tema todavía es escaso. Este artículo es una una guía simple para comenzar con el cambio:
¿Por dónde empezar?
Primero debemos entender las 6R, que son las categorías dentro de las cuales podemos separar nuestro desechos: reutilizar, reducir, reparar, reintegrar, reciclar y regular.
Reutilizar
Antes de pensar en desechar algo, detengámonos un minuto y pensemos, ¿puede tener otra vida? ¿de qué otra forma lo puedo utilizar? Muchos objetos pueden ser usados para nuevos propósitos. Por ejemplo, la ropa que nadie usa, se puede intercambiar y las latas o botellas pueden servir para hacer manualidades.
Reducir
En los últimos años el problema es el diseño de los empaques, pues hay un sobre envase de los productos. En los supermercados encontramos desde fruta hasta papel higiénico plastificado. Es importante elegir los productos que queremos consumir, pensando en su envoltura. Como consumidores, podemos exigir a las industrias rediseñar sus empaques para que contribuyan no solo con nuestras necesidades sino con el medio ambiente. La mejor forma de reducir es elegir de manera consciente y correcta los productos que consumimos.
Reparar
“No hay nada lo suficientemente viejo o estropeado que no se pueda reparar o usar para otro fin” es una frase que aparece en el documental ‘Los reyes del reciclaje’. Cuando queramos desechar algo, pensemos, ¿cómo lo harían nuestras abuelitas?, recordando que en el pasado siempre se reparaba la ropa y los zapatos.
Reciclar
Reciclar tiene que ser la última opción, pues aunque ayuda a manejar los desechos, no ayuda a reducirlos. La mayoría de productos que reciclamos no fueron diseñados pensando en su reciclaje y esto se convierte en un problema, por el proceso. Por ejemplo, el papel requiere de procedimientos químicos intensivos para volver a ser blanco en su reutilización. En otros casos, el problema recae en el propio proceso de reciclaje; es así, que los hornos de arco eléctrico que reciclan el acero secundario para materiales de construcción son una gran fuente de emisiones de dioxinas (compuestos químicos que se producen con la combustión del cloro).
Tenemos que pensar cómo va a ser la vida útil del producto y ser coherentes con esa compra, pensando en los daños que puede producir el reciclaje.
En Quito existen distintos puntos donde podemos canalizar este esfuerzo, pero es importante siempre limpiar los envases que vamos a reciclar. Otra opción, es la app ReciVeci que ayuda a conectar a las recicladoras de base con los barrios, para que las personas les entreguen sus desechos reciclabes y ellas los vendan a las grandes recicladoras, beneficiando así su economía.
Para conocer más sobre los materiales que son reciclables y su clasificación, les sugerimos descargarse la aplicación.
Reintegrar - Compostar
Reintegrar es el proceso de devolver a la tierra sus nutrientes. El compostaje es la solución ambiental más eficaz contra el cambio climático. Compostar transforma los desechos orgánicos en tierra, devolviendo a la misma sus nutrientes.
En promedio, el 60% de los desechos de una casa, es orgánico. En las ciudades todavía no se composta en casa, pero debemos tener en cuenta que es una forma sencilla y amigable que beneficiará mucho al planeta.
Regular
Es importante generar regulaciones en el mercado que exijan cambios de hábitos de consumo o de empaques, que evolucionen adaptándose a las necesidades del cliente, de una manera ética con el medio ambiente.
Para manejar correctamente los desechos que generamos en casa, necesitamos un despertar de conciencia, que nos ayudará a escoger los productos que consumimos y encontrar maneras amigables y coherentes para deshacernos de ellos.
Sobre la autora
Carla Rizzo
Project Manager, comunicadora y consultora independiente con experiencia en responsabilidad social corporativa, organizaciones humanitarias y proyectos comunitarios. Actualmente dirige la fundación EPICENTRE, donde trabaja con comunidades en proceso de transición hacia la sostenibilidad, y forma voluntarios para ser guardianes del planeta.
Instagram: @carlarizzo19 /@epicentre_uio
Excelente artículo. Claro, conciso, conceptos útiles y bien elaborados, prácticos y de fácil aplicación. ¡Felicitaciones!