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Vivir en el presente

Estás con tu familia en casa, conversando mientras comparten la cena. De pronto, te llega un mensaje sobre cómo se expande COVID-19 en el mundo y que está pasando con todas las personas afectadas por el virus. Abres la noticia y ves que el tiempo en casa se extenderá y empiezas a pensar ¿qué pasará cuando se acabe la cuarentena?, te empiezas a preocupar por lo que pasará con el trabajo y los planes que tenías para los próximos meses. Alguien se ríe a carcajadas y te das cuenta que no sabes de qué han estado hablando. Te das cuenta que te desconectaste del momento. ¿Te ha pasado? Por eso, cada vez es más común escuchar cosas como “hay que vivir en el presente" pero, ¿qué significa realmente esto en nuestra vida? y ¿qué implicaciones tiene el estar conectados o no al momento presente? Más aún en las últimas semanas, donde el mundo entero comparte información sobre el COVID-19 y los efectos en cada país, se vuelve importante estar presente y reflexionar sobre ¿cómo nos ayuda a estar presentes en la situación actual?

¿Qué implicaciones tiene estar conectados o no al momento presente? Foto: Medium

No siempre es fácil tomar consciencia de vivir en el presente porque constantemente recibimos, intercambiamos y procesamos información. En la mente humana se desarrollan todas sus capacidades. Distintas partes de nuestro cerebro interactúan entre sí para ejecutar todas las funciones mentales, como la atención, el aprendizaje, la memoria, el lenguaje, las emociones, la conciencia, el pensamiento y el razonamiento. Estas son el resultado de las conexiones entre células neuronales en el cerebro. A través de las funciones mentales aprendemos, nos relacionamos y percibimos los momentos de nuestra vida. La capacidad de nuestra mente para recordar momentos del pasado o planificar para el futuro nos permite tomar mejores decisiones, discernir, crear y ser analíticos.


Sin embargo, si pasamos mucho tiempo envueltos en el pasado o el futuro, nos desconectamos del momento presente y la realidad actual. Cuando no usamos la mente para un fin específico, empezamos a divagar en nuestros propios pensamientos y esto puede ser el problema más grande, porque podrían pasar horas sin que nos demos cuenta. Es decir, empezamos a perder el tiempo, por estar desconectados del aquí y el ahora; del presente.

Cuando no usamos la mente para un fin específico, empezamos a divagar en nuestros pensamientos.

Siempre vivimos en el aquí y el ahora pero no siempre somos conscientes de eso. Estar presente significa entrar en contacto con tus experiencias en el momento que están sucediendo. Nos ayuda a disfrutar más, enfocando la atención en lo que estamos haciendo cada momento y vivir plenamente. Las mejores experiencias en la vida suceden cuando estamos en ellas. Y para esto, tanto nuestra mente como nuestro cuerpo deben estar conectados con lo que estás viviendo ese momento. No siempre es fácil, pero es una forma de cuidar de ti mismo, y constituye algo importante para la salud mental.


¿Cómo vivir en el presente?


Hay varias formas de tomar consciencia del presente. Encuentra actividades que disfrutes, en donde sientes que el tiempo no pasa y te hagan feliz. Aquellas que, cuando las prácticas, no piensas en nada más que en lo que estás haciendo y por eso te dan la sensación de que tu mente “se apaga”. Por ejemplo, leer un libro que te guste o cocinar tu receta favorita. También, realizar actividades de contacto con la naturaleza, como practicar algún deporte o ir a una caminata en el bosque o la montaña son alternativas excelentes para disfrutar del momento. Piensa, ¿qué te conecta con el aquí y ahora? ¿hay algo de lo que disfrutas plenamente hacer y cuando lo realizas te sientes feliz contigo?

¿Qué te conecta con el aquí y ahora?

También puedes practicar algunos ejercicios para enfocar tu atención y mejorar la capacidad de estar en el aquí y el ahora. Lo más importante es que te des cuenta cuando tu mente está en otro lado para, con esa consciencia, volver al momento presente. Te dejo tres ejercicios fáciles de practicar y que te ayudan a regresar al presente:


  1. Enfoca tu atención en la respiración: cuenta hasta diez inhalando y exhalando, únicamente sintiendo el aire que entra y sale de tu cuerpo. Esta práctica es muy útil para calmar tus emociones o simplemente relajarte.

  2. Enfoca tu atención en tus sentidos. Puedes parar unos momentos y decir en tu mente cinco cosas que escuchas, cuatro cosas que hueles y tres cosas que ves. Así te conectas con lo que percibes en cada instante con cada uno de tus sentidos.

  3. Pon atención a tus pensamientos. Cierra los ojos por un momento y cuenta cuántos pensamientos llegan o pasan por tu mente durante unos minutos. Este ejercicio te ayuda a observar tus pensamientos.


No siempre es fácil, más vale la pena intentarlo. ¿Quién no quiere disfrutar más de cada momento en su día y salir del piloto automático? En la situación de incertidumbre que se vive en la actualidad es normal preocuparse por el futuro. Sin embargo, practicar estar en el presente nos puede ayudar a gestionar lo que cada uno está viviendo, intentando disfrutar de este momento que seguro nos trae aprendizajes importantes.


Sobre la autora

Daniela Carrión

Economista y Máster en Ambiente y Desarrollo. Trabaja como gestora de proyectos en el campo de la cooperación internacional, en temas de ambiente y su vínculo con el desarrollo. Su trabajo la ha conectado con el cuidado del planeta y el propósito de vivir una vida más sustentable. Apasionada por temas de psicología, autocuidado y desarrollo personal. Cree que el primer paso para ser feliz es estar bien consigo misma.

Instagram: @dani_carrionj

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