Vivimos en una sociedad que profesionalmente es tan competitiva, que todos los días nuestra principal preocupación es el trabajo. Utilizamos nuestra energía para cumplir con todas las responsabilidades, alcanzar a todas las reuniones, no cometer errores y continuar creciendo. Llegamos a ser exitosos profesionalmente, pero pagamos esa agitada vida con la herramienta más importante que tenemos: nuestro cuerpo y nuestra salud: comemos mal, no tenemos tiempo para hacer ejercicio, jamás desconectamos del trabajo, nos acostamos tarde, dormimos poco y estresados con los temas pendientes. Poco a poco, entramos en un círculo vicioso del que no es tan fácil salir. La alerta llega cuando la balanza marca unos kilos extra o unos exámenes ocupacionales el colesterol y los triglicéridos altos. Y entonces - casi siempre coincide con enero (o cada lunes)– decidimos que es momento y empezamos la dieta. Un mes sin dulces, sin pan, cero arroz y nada de plátano o uvas. En cambio, comer más pollo o pescado cocinado al horno con verduras; frutos secos y yogur entre comidas y hacer ejercicio. Un mes después hemos perdido todos los kilos que teníamos, estamos felices, pero sin darnos cuenta, lentamente volvemos a entrar en ese círculo. Un par de años después, no solamente tenemos todos los kilos de regreso, sino más estrés y menos tiempo.
En el mercado hay cientos de dietas milagrosas, que funcionan como funcionaría cualquier cambio de alimentación en el que se reemplazan las galletas por brócoli. Pero ninguna considera lo más importante que es el estilo de vida. Esa condición que hace que cada persona sea física y espiritualmente única se conoce como bio-individualidad. Por eso, cada ser humano despierta a una hora distinta, tiene energía en un momento específico del día, elige ciertos alimentos antes que otros, hace ejercicio en un horario que le resulta cómodo, duerme mucho o poco y se relaciona con los demás de una manera particular. La bio-individualidad es el motivo por el que una dieta que para alguien puede ser totalmente eficaz, para otra persona puede ser dañina o simplemente, no funcionar. Ahí es donde entra un Health Coach.
Un Health Coach o Coach en Salud, es una persona que te guía y acompaña durante un período determinado de tiempo, para cambiar de hábitos y mejorar aspectos de tu vida como la alimentación y el ejercicio, que harán que tus relaciones, tu trabajo, tu carrera o tu espiritualidad también mejoren. Lo más valioso de un Health Coach es que no es alguien que te dirá lo que tienes que hacer; más bien dejará que tú tomes pequeñas decisiones que hagan grandes cambios en tu salud. Porque todos, más o menos, sabemos qué estamos haciendo mal y qué estamos haciendo bien sobre nuestra salud. El problema es que no nos damos el tiempo para cambiarlo. A veces es algo tan pequeño como tomar más agua todos los días; a veces algo más difícil como dejar de comer dulces todos los días.
El coaching en salud funciona como cualquier otro coaching – con sesiones de una hora- donde la persona expone sus principales preocupaciones en el tema de salud y propone qué cambios está dispuesta a hacer entre esa y la siguiente sesión (que normalmente es 15 días después). Aunque al principio se cambiará la alimentación, con el tiempo serán aspectos más complejos como las relaciones humanas, las frustraciones del trabajo y de la carrera y hasta cómo nos ejercitamos (porque estas también determinan la manera en que comemos). Además, como el cambio empieza por la alimentación, casi sin percatarse, la persona se fijará más en qué tipo de alimentos ingiere y buscará comida más sana, como verduras y pollo orgánico, productos no procesados, sin hormonas ni químicos que no solo destruyen nuestro organismo, sino también el medio ambiente. Tener un Health Coach es reservar un tiempo para crear los cambios de hábitos que harán que nuestra salud mejore y que florezcamos como personas. Al nosotros florecer, el mundo alrededor también cambia de forma positiva y nos conectamos con el entorno que nos rodea.
Sobre la Autora
Julia Escudero
Periodista, video-reportera y Health Coach. Interesada en sanar la relación con el cuerpo a través de la alimentación y un estilo de vida saludable.
Instagram: @sunlight.food
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