Vivimos en un mundo acelerado, un mundo práctico. En nombre de nuestra falta de tiempo cada vez existen más productos y servicios que buscan facilitar nuestro día a día. Promesas como el “listo para llevar” o “listo para consumir” son comunes en las tiendas y supermercados, ¿pero se han preguntado qué impacto tiene llevar este estilo de vida?
La consecuencia: miles de toneladas en empaques que se acumulan día a día en nuestra ciudad.
Sin embargo, el impacto va más allá de responsabilizar a quienes fabrican los productos que consumimos, está en nuestros hábitos. Imaginemos que estamos organizando una comida para 25 personas y que entre las cosas que necesitamos están la vajilla y los cubiertos… La simple idea de tener que lavar decenas de platos, al día siguiente, nos resulta aterradora, por lo que comprar desechables es la alternativa más común, ¿les suena familiar?... Por situaciones como esta me interesé en conocer a Empaque Verde.
Luego de trabajar 10 años para las Naciones Unidas en proyectos de desarrollo social, Nelson Ortega, decidió emprender junto con su esposa, Patricia Bravo, con la firme convicción de que su proyecto debía tener un propósito más allá del económico. Es así, que Empaque Verde nació con el objetivo de “contribuir a tener una mayor consciencia ambiental”.
Tras una exhaustiva búsqueda de proveedores que arrancó a principios del 2017, hoy en día Empaque Verde se especializa en la provisión de productos 100% biodegradables y compostables para empacar, servir o entregar comida. Fabricados principalmente en base al bagazo de la caña de azúcar, una vez utilizados y desechados los productos se devuelven a la Tierra en 90-120 días en forma de abono.
Es importante estar conscientes que aunque los desechables comunes son un poco más baratos, estos tardan cientos de años en degradarse y sus componentes pueden llegar a ser tóxicos para nuestra salud. Por eso, el rol del consumidor es fundamental, no solo para poder elegir correctamente al momento de comprar desechables, sino para exigir a los lugares a donde va sobre una decisión mucho más responsable de sus insumos.
Al finalizar mi conversación con Nelson, quedaron en mi mente tres ideas: las 2000 toneladas de basura que Quito produce al día, el propósito de Empaque Verde sobre ir fortaleciendo un movimiento de consumo responsable y el rol que cada uno de nosotros puede tomar para empezar a reducir este número. Somos los autores de nuestro futuro y en acciones tan sencillas como ser más conscientes de los empaques que consumimos está la diferencia.
Si quieren conocer más de Empaque Verde y hacer pedidos de sus productos, pueden seguirlos en sus redes sociales.
Facebook: @empaqueverdeec
Instagram: @empaqueverde
Sobre la Autora
Daniela Álvarez
Creadora de @nunalifestyle. Comunicadora y MBA en Emprendimiento e Innovación. Actualmente se desempeña como marketera y se define como fan de las marcas con impacto. Cree en el consumidor como agente de cambio.
Instagram: @danyalvarezy
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