Muchas mujeres quisiéramos tener el tiempo suficiente para ir al gimnasio, dormir al menos siete horas, preparar comida saludable para la semana y meditar o hacer algún ejercicio de espiritualidad (y las que son madres, para estar con sus hijos). La realidad es que no siempre alcanza el día para cumplir con todo. Atravesamos una época muy exigente en el ámbito laboral, con muchos profesionales altamente preparados; y, muchas veces en esa competencia por ser más y mejores, sacrificamos nuestra salud.
Trabajamos más de ocho horas, lo que quita tiempo a las actividades para nosotras: dejamos de hacer ejercicio, elegimos comida rápida, dormimos 5 o 6 horas y eliminamos los espacios para cuidarnos. Después tenemos ansiedad porque quisiéramos estar igual de bien que todas las imágenes que nos venden los medios de comunicación y las redes sociales y podemos terminar con un sentimiento de culpa por no ser las perfectas personas que deberíamos ser.
En enero nos planteamos objetivos drásticos de cambio que van fallando durante el año. Incluso, según el US News and World Report, el 80% de los mismos se han perdido para mediados de febrero, lo que causa aún más estrés por la sensación de fracaso.
Cuando eso ocurre, es importante parar un momento, reflexionar y luego tomar decisiones. Mejorar la salud no es difícil, pero no es un proceso súbito: los cambios de hábito se hacen poco a poco, aceptando nuestra realidad y adaptando nuestros objetivos a la misma. Por eso hemos hecho una guía de cinco pasos sobre cómo mejorar la salud en el 2019, no solo para sentirnos bien si no para aceptar más nuestro cuerpo y la imagen que tenemos sobre nosotras.
1. Reflexiona: es fundamental tener un espacio de reflexión dónde pensemos qué decisiones fueron las correctas el año anterior, qué podríamos cambiar, qué hábitos nos ayudaron y cuáles perjudicaron nuestra salud. Qué debemos eliminar por completo y qué podemos mantener. Solo haciendo un análisis profundo, podremos saber dónde está nuestro objetivo.
2. Elige un solo aspecto para cambiar: la salud está compuesta por muchos aspectos: alimentación, ejercicio, trabajo, sueño, hidratación, relaciones, finanzas, ocio o espiritualidad. Parte de la reflexión es analizar cuál es ese aspecto que es muy importante para ti; que si mejoras va a crear un cambio drástico en tu vida. Para unas personas puede que sea tomar más agua, mientras para otras dejar los alimentos procesados. Alguien puede sentir que solo durmiendo bien logrará relajarse o que meditando 10 minutos al día, su vida cambiará notablemente.
3. Plantea un objetivo alcanzable: dejar el azúcar durante todo el 2019 es un objetivo quizás muy positivo, pero hay que trabajarlo paso a paso. Para hacer hábitos, lo ideal es empezar por retos más pequeño y hacerlos crecer. Por ejemplo, dejar el azúcar por la noche o dejar los fines de semana. Los cambios pequeños son más reales porque crean una sensación placentera de haberlos cumplido que a la vez genera un efecto dominó de bienestar porque nos motivan a implementar nuevos cambios.
4. Adapta ese objetivo a tu realidad: no intentes ir contra la corriente de tu naturaleza. Si eres una persona dormilona, forzarte a despertar para hacer ejercicio solo truncará la posibilidad de alcanzar tu objetivo. Mejor es pensar cuál es tu hora de más energía e incrustar el objetivo ahí, de manera que los cambios fluyan con tu forma de ser.
5. Trabaja profundamente en ese cambio importante: como la salud es una rueda donde todo está conectado, al encontrar un aspecto que es determinante en nuestra vida, todo empezará a fluir. Por ejemplo, un objetivo determinante podría ser dormir antes de las 11. Eso hará que tengas más energía al día siguiente, hagas ejercicio y comas menos dulce. Esa acción cambiará tres o cuatro aspectos más de toda la salud.
Lo más importante es trabajar es estos cambios sin estrés, presión ni ansiedad. Las mujeres tendemos a presionarnos para tener el cuerpo “perfecto”, ser excelentes profesionalmente, comer saludable y hacer ejercicio. Las hormonas no siempre juegan a nuestro favor, por eso hay que aceptar en qué lugar empezamos y tener la calma de que vamos dando pequeños pasos para sentirnos bien. Que algunos cambios toman más tiempo que otros y que todo es parte de un engranaje, donde un aspecto es determinante para que todos los demás fluyan.
Sobre la Autora
Julia Escudero
Periodista, video-reportera y Health Coach. Interesada en sanar la relación con el cuerpo a través de la alimentación y un estilo de vida saludable.
Instagram: @sunlight.food
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