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Nuna Lifestyle

Las Reinas Pepiadas: son unas verdaderas reinas

Debo reconocer que cada vez se me hace más difícil ver a familias venezolanas pidiendo nuestra ayuda. ¿Cómo les ayudamos de verdad? ¿Entregando una limosna, comprando sus productos, regalando insumos de necesidad? Hay miles de maneras de ayudarlos, pero ¿qué tan comprometidos estamos?  Si no vivimos su realidad, no conocemos sus historias, ni nos acercamos a conocerlos.


No entendemos lo que es migrar, porque no lo hemos vivido. “Migrar es dejar de ser, reinventarse, respirar y soltar… poner tu vida en otra perspectiva y dejar atrás lo que fuiste, …es ser eternamente un punto y coma, una pausa que no sabes como continuar.” (fragmento de la carta de Esther, mujer y madre venezolana que es parte del proyecto Las Reinas Pepiadas).


A través de mi compañera y editora del blog, Daniela Álvarez, conocí a Alexandra Maldonado, fotógrafa documentalista ecuatoriana, quien vivió de cerca la realidad de las familias venezolanas en su llegada a Ecuador.  Desde la terminal de buses en Carcelén, Alexandra se acercó a escuchar historias de ciudadanos venezolanos que se sentían emocionalmente rotos y que tenían miedo, no solo por el trayecto que acababan de atravesar, sino también del presente. Estas historias y la necesidad de las familias, en especial quienes llegaban con niños, motivaron a Alexandra a buscar oportunidades para ayudarlos.


Una de esas oportunidades ocurrió hace nueve meses, cuando Alexandra debía organizar una cena con sus amigas. En ese momento recordó a Dinora, una de las venezolanas que conoció en la terminal, y le pidió si podía cocinar para ellas. El menú propuesto para esa noche fue arepas reinas pepiadas. Para quien no las conoce, las arepas son una especie de tortillas redondas, hechas con maíz seco, típicas de Venezuela y Colombia. En Venezuela se divide la tortilla en dos y se la rellena con ingredientes como carne mechada, pollo, queso, tomate,  aguacate y salsas. La reina pepiada tiene pollo mezclado con aguacate. Y a todas las amigas de Alexandra les encantó. Así inició un proyecto muy hermoso e inspirador, que hoy lidera y cuyo objetivo es empoderar a las mujeres venezolanas a través de la gastronomía.


A partir de esa cena se realizaron otras cuyos clientes eran ecuatorianos, para apoyar a una comunidad de 15 familias venezolanas, donde hay un total de 60 personas. En cada cena participaban dos de las diez mujeres de la comunidad y las ganancias se dividían entre esta red. Así se seguía generando recursos para que puedan prosperar.

Después de haber realizado 22 cenas, la idea evolucionó y ahora se materializa en un espacio único para esas mujeres; un lugar mágico, con sabor a Venezuela y alma ecuatoriana: la arepera de Las Reinas Pepiadas. La arepera es un espacio que representa a Venezuela, donde no solo hay deliciosas arepas y tequeños que reflejan la sazón de su cultura, también hay un alma de esperanza; hay historia, alegría, ilusión y motivación por salir adelante y hacer de Ecuador un territorio donde se debe aprender a convivir entre venezolanos y ecuatorianos.


La arepera se hizo realidad gracias a la colaboración de todas las personas que se unieron al proyecto y ayudaron a Alexandra a cumplir con el propósito principal: ayudar a las  familias venezolanas a ser parte de una comunidad y cubrir las necesidades de quienes se encuentran en estado de vulnerabilidad. “La idea de la arepera es sostener a estas familias e involucrar a más personas, ayudando también a legalizar la situación migratoria de estas chicas y sus familias”, comenta Alexandra.


Maye y Amalia son dos de las mujeres venezolanas que participan de las cenas y que ahora lideran la cocina de la arepera. Su rostro muestra la alegría de pertenecer y ser parte de un proyecto que les entrega la esperanza de salir adelante por si mismas en un país ajeno y de ser un sustento para sus familias. “Alexandra ha sido un ángel que ha llegado a nuestras vidas”, reconocen ellas.


Su testimonio me ha tocado, a pesar de que nuestro encuentro fue breve. Me motivó ver su ilusión de que esto les ayudará a encontrar el camino para cumplir sus sueños. Maye quiere abrir su propio negocio de restaurante y Amalia quiere estudiar colorimetría para abrir su propia peluquería.


Cada vez que me encuentro con un venezolano, tengo una mezcla de sentimientos, pero nunca he ido más allá de comprarle sus productos. Nunca he escuchado su historia ni le he preguntado sobre su realidad. Ahora sé que, aunque ir a comer las delicias de la arepera ayudará a colaborar con la extensa comunidad venezolana en nuestra ciudad e incluso en nuestro país, no es lo único que podemos hacer.


Necesitamos ser empáticos; dejar de ver a los extranjeros como extraños, abrir nuestro lado humano, escucharlos y conocer su realidad. Con nuestro corazón y con criterio encontrar las maneras de ayudarlos y hacerlos sentir parte de un territorio que nos pertenece a todos. Como Alexandra, que con su proyecto ha marcado la diferencia al entregar una esperanza a mujeres y familias venezolanas en estado de vulnerabilidad. Hoy siento una gran admiración por ella, quien da sentido a la solidaridad, sin importar el esfuerzo que esta requiere, porque nunca sabremos cuándo seremos migrantes.


Les invito a que todos colaboremos con este hermoso proyecto.


Visítalas en la Mariscal Foch N10-37. Entre 12 de Octubre y Tamayo. Sus horarios de atención son de lunes a sábado de 12h00 a 20h00.


Sigue a Las Reinas Pepiadas en Facebook como LasReinasPepiadas y en Instagram como @lasreinaspepiadasecuador


Sobre la Autora


Verónica Salgado

Quiteña entusiasta por el marketing, la comunicación y la gastronomía, decidió plantear sus objetivos profesionales fusionando estas tres pasiones. Actualmente se desempeña en el mundo del Marketing Gastronómico y como docente universitaria llevando la gastronomía a lo digital. Amante del deporte, la naturaleza y la aventura.

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