Hace 2 años viví en Madrid, España, una experiencia genial en muchos sentidos, pero sin duda el que más me lleno de vivencias extraordinarias fue su gastronomía. Tantos sitios que visitar, experimentar la variedad en su oferta, conceptos distintos, sabores explosivos.
En fin, desde ahí he desarrollado una especie de ritual que se adapta a cada lugar nuevo que visito. Me percato de cada uno de los detalles que lo hacen únicos, por ejemplo el nombre, su imagen, el primer saludo, su ambientación, los materiales que utilizan para su decoración, el servicio, la carta, la música y claro, su comida. Vivo cada detalle y encuentro en él, el encanto de mi pasión por la gastronomía.
Mantengo este ritual en cada lugar que visito. En Quito, hay uno que llamó especialmente mi atención, se trata de Laboratorio Diseño/Gastronomía. Un restaurante pop-up, es decir, un restaurante con propuestas gastronómicas temporales o itinerantes, cuyo principal concepto es trabajar como incubadora para dar cabida a chefs emprendedores y hacer conocer su talento.
Laboratorio funciona en lo que antiguamente fue una fábrica de clavos y alambres (La Ideal). Camilo Khon (propietario de Laboratorio) junto a Chami Lee (diseñadora industrial), vieron el potencial del lugar para convertirlo en una superficie que integre el diseño y la gastronomía. Con esto en mente decidieron darle una segunda vida y recrear un espacio sustentable con esencia industrial, añadiendo puntos verdes y reutilizando gran parte del material ahí encontrado.
Se tomaron en consideración elementos ecológicos, como un techo verde, panel solar para calentamiento de agua, sistema de recolección de aguas lluvias y adicional cuentan con su propio huerto orgánico, donde verduras y hortalizas pasan a formar parte de las creaciones en los menús de cada concepto culinario.
Camilo, quien principalmente se encarga del área de cocina, nos cuenta que su intención fue abrir las puertas para que chefs nacionales y extranjeros, se desarrollen en una localidad sin riesgos monetarios, donde puedan explotar su concepto y así salir adelante con su nombre y su estilo. “Los conceptos tienen que primar en creatividad. Cada uno tiene su onda, la sazón de cada chef y su estilo, se define y se personifica”, (Camilo Khon).
El valor agregado que me encanta de Laboratorio, es el intercambio de conocimiento gastronómico que genera. Primero entre todos los que aquí colaboran, como son cocineros, meseros, ayudantes y chefs, pero sobre todo con la interacción más personal con el comensal. La clientela tiene la oportunidad de experimentar sabores innovadores cada ciertos meses, gracias a que cada chef trae consigo un nuevo concepto con menús que incorporan productos locales, ingredientes frescos y estilos sorpresivos
Por Laboratorio ya han pasado alrededor de catorce chefs entre nacionales y extranjeros. Actualmente, se encuentran con su noveno concepto, MX.593, fusión de sabores mexicanos con productos ecuatorianos.
No cabe duda que estamos ante una evolución gastronómica, una que le gusta salir de su zona de confort, para llevarnos a experimentar sabores novedosos en entornos sustentables, que además promueven el consumo local. En Quito hay lugares estupendos que poco a poco se van abriendo paso para brindarnos estas experiencias y Laboratorio Diseño/Gastronomía, es uno de ellos.
¿Quieres visitarlos? Comparto contigo su página web y redes sociales para que puedas conocerlos más de cerca.
Facebook: Laboratorio Diseño/Gastronomía
Instagram: @laboratoriodyg
Sobre la Autora
Verónica Salgado
Quiteña entusiasta por el marketing, la comunicación y la gastronomía, decidió plantear sus objetivos profesionales fusionando estas tres pasiones. Actualmente se desempeña en el mundo del Marketing Gastronómico y como docente universitaria llevando la gastronomía a lo digital.
Instagram: @verosalgadoramirez