Les escribo esta historia mientras tomo un delicioso café americano. Quienes me conocen saben que me encanta el café y por eso en diciembre del año pasado, mientras visitaba San Cristóbal de Las Casas, no me pude resistir al anuncio de una tienda que invitaba a catar café. Me inscribí y durante más de una hora Lupita, productora de café y barista, no solo me hizo degustar deliciosos sabores, sino que me introdujo a la labor tan especial que hace “Carajillo Café”.
“Carajillo Café” nació en 2010 en San Cristobal de Las Casas, un lugar donde confluye la caficultura de los Altos de Chiapas, México, pero donde no existía un espacio digno y profesional para conocer y disfrutar del café de especialidad, según nos cuenta su fundador Jesús Salazar. Es así, que la ausencia de una propuesta de este tipo, sumado al interés de promover la cultura del café fueron el principal motor de este emprendedor para iniciar su aventura hace seis años. El resultado, ser la primera Barra de Especialidad de Chiapas con certificados de instituciones internacionales y preparados bajo estándares de barismo profesional.
Todos los cafés que ofrece “Carajillo Café” provienen de 14 familias de caficultores orgánicos de los Altos de Chiapas que producen estrictamente cafés arábicos de las variedades: Typica, Garnica, Bourbon, Caturra y Mondo Novo. De esta manera, lo que hace especial a la marca es justamente la estrecha relación que tienen con sus caficultores, la cual es evidente desde el empaque del producto donde se detallan todas las características de su origen, incluyendo el nombre de cada uno de sus productores y familias.
Además, mantienen prácticas ejemplares de comercio justo, ya que la compra a los caficultores se realiza en base a una programación anual y los pagos se hacen al contado contra entrega del café, lo que favorece su constante flujo de efectivo. De la misma manera, el precio de venta al público contiene un 50% del precio pagado al productor por su materia prima. Adicionalmente, cada año la empresa invierte en infraestructura y equipamiento para las fincas y domicilios de los caficultores como incentivo. También, es importante saber que los productores son quienes determinan el valor de su producto, ya que éste es sometido a una evaluación de calidad para confirmar su valor comercial y cuando es sobresaliente se les premia.
Por otro lado, la sustentabilidad es parte importante de la filosofía de “Carajillo Café”, todos los cafés son de producción orgánica de plantaciones biodiversas y multicultivos. De igual forma, los empaques son elaborados a base de papel, y el menú que ofrecen sus cafeterías está elaborado en un 75% de productos de pequeños comerciantes locales.
Entrar en el mundo de “Carajillo Café” es maravilloso, no solo por la delicia de sus productos, sino por la inspiradora misión que tiene la empresa: generar bienestar a través de experiencias de café. Donde este bienestar inicia con los caficultores, continua con los equipos de tostadores, catadores y baristas, hasta llegar a consumidores como tú y yo.
Si quieren vivir esta experiencia les invito a visitar sus tiendas en San Cristóbal de Las Casas, y dentro de las Librerías Gandhi de Monterrey, Metepec y Cuernavaca, o a través de la tienda en línea: www.kichink.com/stores/carajill
Facebook: Carajillo Café
Twitter: carajillo_cafe
Instagram: carajillocaf
Sobre la Autora
Daniela Álvarez
Creadora de @nunalifestyle. Comunicadora y MBA en Emprendimiento e Innovación. Actualmente se desempeña como marketera y se define como fan de las marcas con impacto. Cree en el consumidor como agente de cambio.
Instagram: @danyalvarezy
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